El Biodiesel no sólo es más sencillo de elaborarse que el etanol, sino más barato y con elementos más fáciles de encontrar. ¿Andarán tractores y grandes camiones con este combustible en un futuro cercano? No cantes victoria aún, que hay un "pequeño detalle".
Si dices que no es la primera vez que lees sobre el Biodiesel, estás en lo correcto. Por muy increíble que suene, la idea de echar a andar grandes vehículos de combustibles con base de aceite vegetal es tan vieja como el año 1890, cuando el mismísimo Rudolf Diesel consideró el aceite vegetal como fuente del combustible que estaba inventando, en lugar del petróleo. Incluso, en 1900 se demostró el primer motor diesel en París, funcionando con ACEITE DE CACAHUATE.
El Biodiesel no sólo reduciría en un 75% la emisión de gases nocivos al medio ambiente, sino que su propagación de bióxido de carbono no sería más dañina que la que libera una planta de soya al crecer. Existen dos clases de Biodiesel: el B100 (que emplea aceites vegetales al 100%) y el B20 (que utiliza una mezcla 20-80 con petróleo).
"¿Y dónde firma uno para comenzar a usarlo?", tal vez preguntes. No tan rápido. Resulta que nuestro tradicional egoísmo humano está en medio de todo, pues si se comenzara a producir en masa, no sólo se crearía un problema de deforestación aún más grave del que temeos ya, sino que los precios de los alimentos sembrados (soya, trigo, etc.) se irían "hasta el cielo". "El problema es que somos ADICTOS a los aceites (petróleo, carbón, todo eso)", dijo Kert Davies, director de investigación de Greenpeace. Y de algún modo, es cierto. ¿No lo crees?
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